¿Cómo redactar textos atractivos?

¿Qué debo hacer para redactar un texto atractivo? Esta es la pregunta que casi todos se hacen cuando se enfrentan al gran reto que supone estar frente a una hoja en blanco. La respuesta, más allá de cuestiones técnicas, está en tener muy claro cuál es nuestro objetivo al escribir.

Como todo en la vida, la redacción es el resultado de una causa que tiene su efecto. Pensar en aquello que queremos lograr con nuestro texto es entonces el primer paso para arrancar.

¿Para qué o para quiénes escribimos?, ¿por qué empezar o cerrar de esta forma u otra un artículo?... Si queremos captar la atención del lector, ¡cada una de estas preguntas debe ser respondida!

"Escribir bien es una tarea que empieza mucho antes de sentarnos a escribir".

Escribir bien es una tarea que empieza mucho antes de sentarnos a escribir. Es decir, que para lograr redactar un texto atractivo, que genere impacto y recordación, es necesario que preparemos el material o la información que vamos a incluir en él, y que también establezcamos cierto orden a seguir durante el proceso de escritura… Sí, debemos armar una especie de mapa u hoja de ruta.

¿Quieres redactar buenos textos? No olvides estos tres pasos indispensables:

1. Preparar

2. Redactar

3. Revisar

Seguir lo que yo llamo la Ruta PRR nos ayuda a no dejar de lado ningún dato importante que debamos mencionar (preparar). También, a poner sobre el papel justo lo que describa o mejor exprese el mensaje que pretendemos emitir (redactar). Y, por último, a confirmar que tanto la forma como el fondo de nuestro texto están en orden (revisar).

"Imprimir en los textos nuestro carácter o personalidad es también una forma de impactar".

Ya lo que sigue es cuestión de estilo. Imprimir en los textos nuestro carácter o personalidad es también una forma de impactar. Es algo así como hablarle de frente a nuestro interlocutor o, ¿por qué no?, casi como hablarle al oído.

¿Quieres redactar textos atractivos? Empieza a escribir pronto, hazlo tanto como puedas y no olvides leer con frecuencia… Ten presente que ser un buen lector es quizás el punto de arranque para llegar a ser un gran redactor.